MAYO 14 - Planeado, Pero No Perfecto

Lectura bíblica en 3 años: Proverbios 16:1; 2 Corintios 1–2

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«Del hombre son los planes del corazón, pero del Señor es la respuesta de la lengua.» — Proverbios 16:1

«Porque todas las promesas de Dios son en él “sí”; por eso también por medio de él decimos “amén” para la gloria de Dios.» — 2 Corintios 1:20

«Si alguno ha causado tristeza… debéis más bien perdonarlo y consolarlo, para que no sea consumido por tanta tristeza.» — 2 Corintios 2:5,7

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¿Alguna vez has hecho un plan que terminó desmoronándose? Tal vez estudiaste mucho para un examen y aún así no obtuviste la nota que esperabas. O planeaste un momento importante—como decirle algo valioso a un amigo—y no salió como querías. Eso puede ser muy frustrante.

Pero Proverbios 16:1 nos recuerda que, aunque hagamos planes, es Dios quien finalmente dirige lo que sucede. Y en 2 Corintios 1, Pablo enseña que todas las promesas de Dios son confiables—aun cuando las cosas no salen como esperábamos. En el capítulo 2, también nos recuerda que, cuando otros fallan, el perdón es tan importante como la planificación.

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PIÉNSALO

1. La Dirección de Dios sobre Nuestros Planes: ¿Qué has planeado recientemente? ¿Salió como esperabas? ¿Cómo podría darte paz confiar más en Dios con tus planes, aun cuando cambien?

2. Las Promesas de Dios Son Firmes: Cuando Pablo dice que todas las promesas de Dios son “Sí” en Cristo, ¿a cuál promesa necesitas aferrarte hoy?

3. Gracia para los Demás: Pablo anima a perdonar en vez de cargar con culpa. ¿Hay alguien a quien debas mostrar compasión, aunque te haya herido?

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VERDAD CLAVE

Puedes hacer planes—y deberías—pero confía en que Dios ve el panorama completo. Sus promesas nunca fallan, y Su gracia no es solo para ti; es para que la compartas con otros también.

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ORACIÓN

Padre Celestial, gracias por recordarme que aunque puedo hacer planes, Tú eres quien guía el resultado. Ayúdame a confiar en Tus promesas, aun cuando la vida no vaya como espero. Enséñame a ser bondadoso y perdonador, así como Tú lo eres conmigo. Que mis planes estén rendidos a Ti y mi corazón siempre abierto a Tu dirección. En el Nombre de Jesús, Amén.