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171 Por fin he entendido mi situación UN ALMA EN CRISTO (1993) Libro 2
- 2024/10/09
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サマリー
あらすじ・解説
Un alma en Cristo https://unalmaencristo.my.canva.site/redessociales
🎧 Audio 171
📕 Libro II Un alma en Cristo
17 de octubre de 1993
ℙ𝕠𝕣 𝕗𝕚𝕟 𝕙𝕖 𝕖𝕟𝕥𝕖𝕟𝕕𝕚𝕕𝕠 𝕞𝕚 𝕤𝕚𝕥𝕦𝕒𝕔𝕚ó𝕟
Por fin, estando en oración, he entendido mi situación; estaba verdaderamente agobiada.
He visto que el primer enfermo que debo cuidar es a mi suegro. Mi suegro está conmigo y depende totalmente de mí. Debo cuidarlo como si fuese mi amado Jesús.
Aunque me parezca a veces lo contrario es Voluntad del Señor y yo debo obedecerle con alegría. Mi suegro condiciona totalmente mi libertad; hace que, para moverse un poco, esté constantemente pidiendo ayuda a los demás. Esto puede ser una prueba de humildad que el Señor me manda. De todas formas lo he entendido bien y estoy en paz.
Bendita seas, hija mía, porque entiendes Mis Mandatos y los pones en práctica. Es tal como lo has comprendido; siendo así que, aceptando tu situación, estás obedeciendo el mandato divino, que es aceptar con humildad y amor su Divina Voluntad. Esa disposición, hija mía, es la ofrenda de amor que generosamente puedes ofrecer a tu Amado.
El hombre que decide seguirme no debe cuestionarse por su futuro, por su porvenir. Poniéndose en mis santas manos, deberá aceptar mis mandatos, sean de la índole que sean. Obedecer es el don y la ofrenda que Dios más valora en el hombre.
Es obedeciendo que el hombre se hace uno con su Dios.
Amada mía, tú haz todo lo que puedas y cómo puedas. No olvides que toda la carga la llevo Yo; Yo, que te amo con locura hasta entregarme en la Cruz por tus pecados.
El Grupo de María Auxiliadora seguirá adelante a pesar de que tú tengas la sensación de que no haces lo que debes hacer. Has pasado mucha angustia por este motivo, pero ahora, entendiendo que haces mi Divina Voluntad, sentirás la calma en tu pobre alma. Actuarás como puedas, dejándome obrar a Mí en tu alma y en tu vida. Déjame hacer a Mí como Yo desee, como Yo mejor vea para el bien de tu alma.
Hija mía, cuando la carga se acepta es cuando se vuelve ligera y suave. Sé que tu suegro nunca fue carga para ti. Sí sé que el estado en que se encuentra desde hace un año ha constituido una atadura para desenvolverte dentro del Grupo. Ello ha supuesto mucho sufrimiento para mi amada, al pensar que no hacía mi Divina Voluntad. Pero por fin ha entendido, y ha entendido bien. Y este nuevo sentimiento llena tu alma de paz y sosiego. Yo seguiré trabajando en tu pobre alma hasta darle la forma deseada por Mí.
Lo haré porque tú me la has dado y Yo la cuido constantemente: puliéndola y embelleciéndola con mi inmenso Amor.
Grupo María Auxiliadora (1993). Un alma en Cristo Libro II