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サマリー
あらすじ・解説
¿Cuál es la mayor dificultad a la ora de realizar un evento con Zoom? Es la carga de estrés. Si alguna vez te has visto en esta situación, este capítulo de El Podcast de Zoom, te interesa. He visto a personas, técnicamente muy capaces, llegar hasta las lágrimas por la presión que genera realizar un evento corporativo por Zoom, en directo. Cualquiera puede formar parte como asistente de una reunión de Zoom. Muchos pueden llegar a organizar reuniones de empresa por Zoom con clientes, colegas o equipos de trabajo. Solo unos pocos tendrán, alguna vez, la oportunidad de encargarse de la programación de un evento institucional relevante por Zoom. Y solo un puñado – de elegidos para la gloria –, aguantarán la presión y la tensión descomunal que supone la realización en directo de un evento complejo por Zoom para una marca, una institución o una empresa y no sucumbir víctimas de la presión, la responsabilidad y el estrés que genera. 8 factores del estrés de Zoom Que Zoom es una plataforma intuitiva, robusta, estable, confiable y la líder en su segmento –muy por encima de Microsoft Teams, Cisco Webex o Google Meet– es algo que consultoras de tecnologías de la información de prestigio, como Gartner, ya han establecido de manera irrefutable. Que sea fácil convivir con ella como un instrumento de trabajo para realizar reuniones, también. Entonces, ¿de dónde viene toda la tensión monumental que se genera cuando tienes que encargarte de hacer un evento por Zoom? Básicamente de 8 factores que he identificado tras haber realizado decenas y decenas de eventos por Zoom para empresas. Veamos cuáles son: 1. Zoom parece fácil pero es complejo Más allá de la función básica de reuniones, el universo de funciones de Zoom es –eso– “un universo” y en expansión. Existen capas y más capas de funcionalidades en Zoom que es preciso conocer y dominar para entender todo el potencial de la plataforma y –sobre todo– saber qué hacer en cada momento cuando estás en directo en un evento online. 2. Zoom contiene muchas configuraciones Producto de lo mismo, Zoom tiene al menos 3 grandes niveles de configuración, cada uno de las cuales penetra más y más fondo en su funcionamiento y expande la cantidad de parámetros y detalles sobre lo que se puede y no se puede hacer con Zoom. 3. Zoom dispone de muchas ventanas. Sí, Zoom dispone de muchas ventanas –quizás demasiadas – que son la clave para poder hacer diferentes actuaciones durante un evento. Si tienes que actuar en aspectos concretos, como el de silenciar a todos los participantes, pero no a los presentadores, tienes que saber qué ventana activar y qué desplegable abrir para llegar al comando exacto. 4. En Zoom no siempre ves lo que ocurre Quiero decir con esto que, a diferencia de un evento presencial real, donde ves a los ponentes, por ejemplo, sentados en primera fila esperando a subir al escenario, en Zoom no siempre ves, por ejemplo, que ya están presentes en la sala. A veces están, pero en la sala de asistentes porque se han despistado con el enlace de acceso y se han unido como participantes en lugar de panelistas. 5. En Zoom, todo ocurre en un plano abstracto Quizás esta es la mayor dificultad, que todo transcurre en un plano mental, en una especie de esquema no visible que tienes que tener muy claro en tu cabeza con todas las opciones, ramificaciones y configuraciones. Ese esquema te indica qué tienes que hacer, pero si no lo ves, no sabes qué tienes que hacer. 6. Eres el responsable O frente a tu jefe. O frente a tu negocio. Y con el agravante de estar frente a decenas, centenares o miles de personas repartidas por el mundo. No importa el tipo de evento, tiene que salir bien. 7. Hay que controlar muchos elementos a la vez Un evento por Zoom está plagado de detalles – te recomiendo que escuches el capítulo 3 de este podcast, dedicado a este tema– y la gestión de gran parte de ellos confluyen en el mismo momento de la re...