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サマリー
あらすじ・解説
Este pasaje se desarrolla en un momento en que la marea espiritual de Israel se encuentra en un punto extremadamente bajo. La mayoría del pueblo le ha dado la espalda al Señor y se ha ido en pos del dios cananeo Baal. Es en este contexto de apostasía e idolatría que el profeta Elías aparece en escena. Se nos presenta en 1 Reyes 17:1. Cuando aparece, trae un mensaje del Señor. Es un llamado claro al arrepentimiento y a una renovación de la lealtad a Jehová.
En el pasaje que hoy hemos leído, las cosas llegan a un punto crítico. Por un lado, están Acab, Jezabel, los profetas y sacerdotes de Baal y una nación entera, menos 7.000 personas de Dios (cf. 1 Reyes 19:18). Por otro lado, están Elías y Jehová. Las probabilidades pueden parecer a favor del mal, pero Elías está a punto de experimentar la verdad de que uno más Dios es mayoría.
Mientras pasamos unos minutos analizando este gran pasaje, quiero que vean las cumbres espirituales que sobresalen de las nubes de este oscuro entorno. Entre esas nubes se puede ver:
- La gran necesidad desesperada de héroes espirituales que se opongan a la marea de la herejía y la apostasía.
- La necesidad de que el pueblo de Dios evalúe su lealtad al Señor y determine dónde se encuentra realmente cuando se trata de estar del lado del Señor.
- La necesidad de una voluntad por huir del mal que nos rodea y ser un pueblo apartado para la gloria del Señor.
- La necesidad de una voluntad de renovar nuestro compromiso con el Señor y colocarlo por encima de todas las demás actividades, intereses y lealtades.
Con estas verdades claramente expuestas en el texto que tenemos ante nosotros, examinemos más de cerca ese gran día en el que se produjo el enfrentamiento en el Monte Carmelo. Al examinar este pasaje, tomémonos el tiempo para permitir que el Señor hable a nuestro corazón y revele cosas que podrían no ser como deberían ser, ya sea en nuestra vida personal y privada, o en la vida de nuestra congregación. Después de eso, veremos rápidamente que para aquellos que están dispuestos a obedecer al Señor y seguirlo con determinación, existe la gran promesa de Su presencia, poder y ministerio personal en y a través de nuestras vidas. Con todo esto en mente, unámonos a Elías y consideremos el enfrentamiento en el Monte Carmelo.