Pablo, preocupado por la mezcla del evangelio con doctrinas paganas o judaizantes. Les recuerda que Cristo es el centro de toda la doctrina. No hay ninguna otra entidad espiritual o física que este sobre Jesus. Su obra de salvación es poderosa y determinante para las vidas que se acercan a El para pagar la deuda del pecado. A la vez, Cristo venció las entidades de maldad a través de su sacrificio.

Si lo que una persona cree no es de acuerdo a la palabra, el cristiano pierde efectividad en convertirse un instrumento efectivo en las manos de Dios. Cuan importante es lo que crees acerca de Dios en tu vida.

Los ataques y manipulaciones contra la iglesia gentil siempre deben de ser vistos desde la óptica del evangelio y la sana doctrina o teología. Debemos de leer las escrituras y entender su mensaje. Solo de esta manera podremos entender esos ataques contra la sana doctrina. Pablo nos recuerda que si esos mensajes erróneos son pasados a la iglesia, nos pueden poner en el peligro de no estar completos. Ese es un gravísimo peligro, pues nuestra salvación estaría en juego. En aquel tiempo corría una doctrina en la cual no se veía a Cristo como Dios, que para ser parte del pueblo de Dios teníamos que hacer otras cosas además de aceptar a Cristo como nuestro salvador personal. Es un gran peligro con el cual, Pablo nos advierte que tengamos cuidado de no dejarnos engañar.

El glorioso misterio que ha sido dado a la iglesia gentil, es el misterio que compartimos hoy. El misterio que ha sido revelado, es Cristo. La obra de Cristo, nos abre las puertas de la bendición, la salvación y la vida eterna. El es la llave que nos abre las puertas a los tesoros de Dios.