Lee 2 Reyes 15:1–5

Aunque el éxito puede ser maravilloso, también puede darnos una sensación de confianza falsa. El hecho de que hayamos podido encestar desde atrás de la línea de tres puntos o anotar un gol de tiro de esquina no garantiza que todos los demás intentos tengan el mismo éxito. A veces desarrollamos una falsa confianza en que un solo éxito garantizará la victoria en el futuro.

En el capítulo 15, la atención se centra nuevamente en el reino del sur de Judá y el reinado de Azarías (llamado Uzías en 2 Crónicas 26). Un joven que subió al trono y siguió al Señor (v. 3). Sin embargo, a pesar de toda su justicia, Azarías no destruyó los lugares altos (v. 4). Como resultado, los israelitas continuaron adorándolos. Después de la introducción, puede que nos quedemos atónitos al escuchar que Dios “castigó” a Azarías para que se convirtiera en leproso y se viera obligado a vivir solo hasta su muerte (v. 5).

¿Qué sucedió? Para conocer los detalles, debemos leer 2 Crónicas 26:1–23. Allí tenemos una presentación del reinado de este rey, que nos da información adicional. Encontramos que Azarías (o Uzías) alcanzó gran éxito durante su reinado. Conquistó enemigos, tomó territorios, construyó ciudades, diseñó armas defensivas, todo mientras se volvía bastante famoso. Sin embargo, a pesar de sus muchas hazañas, su éxito lo llevó a asumir que podía hacer cualquier cosa.

Estaba tan confiado, que entró al Templo para quemar incienso al Señor con sus propias manos. Este acto de adoración estaba reservado solo para los sacerdotes. Incluso al rey no se le permitía adorar de esta manera. Cuando fue reprendido, se enojó y rechazó el desafío. Como resultado, el Señor lo castigó con lepra. Terminó su vida separado de su pueblo, leproso hasta la muerte (v. 5). Su falsa confianza lo llevó a su caída.

• ¿Se te ha subido a la cabeza el éxito en algún área de tu vida? ¿Eres presuntuoso en otras áreas en base a ese éxito? Pídele a Dios que te recuerde que las victorias deben mantenerte humilde.

Ora con nosotros

Padre celestial, en la sucesión de los reyes de Israel y Judá en nuestro estudio, vislumbramos Tu mano en la historia, en los líderes y también en nuestras vidas. Perdónanos por apartar la mirada de Tu rostro. Satisfácenos con Tu amor, Amén.

See omnystudio.com/listener for privacy information.