Hace un año Keir Starmer se convirtió en primer ministro tras ganar con mayoría absoluta las elecciones. Durante sus años en la oposición diagnosticó acertadamente los males del Reino Unido: una percepción de estancamiento, retroceso y decadencia nacional. Prometió restaurar la prosperidad y la esperanza mediante reformas moderadas y pragmáticas, no excesivamente ambiciosas, pero con metas concretas. Esta estrategia le permitió acceder al poder con una mayoría parlamentaria abrumadora. Una vez en el Gobierno, Starmer presentó su "Plan para el Cambio” enfocado en objetivos tangibles. El primero era la estabilidad económica, con baja inflación y finanzas públicas sólidas. Sin embargo, un año después, la inflación se mantiene casi un punto y medio por encima del objetivo del 2%. Los rendimientos de los bonos estatales a diez años han alcanzado máximos no vistos en dos décadas, y los laboristas han revertido los recortes que anunciaron en prestaciones sociales para cuadrar el presupuesto. En materia de seguridad fronteriza ha habido algún avance parcial. La migración neta se ha reducido a la mitad, aunque esto era previsible tras el pico de 2023. Starmer ha endurecido la política migratoria y se ha comprometido a reducir la cola de solicitantes de asilo pendientes. Para 2029, aspira a eliminar el uso de hoteles para alojarlos y planea repatriar a los rechazados. No obstante, los esfuerzos por desmantelar las redes de traficantes de personas han sido infructuosos: en 2024, 43.000 migrantes cruzaron el Canal en pateras, un 38% más que el año anterior. Donde Starmer ha brillado más es en el ámbito internacional. Ha proyectado una imagen de estadista consumado, se ha hecho incluso a Donald Trump, ha mejorado las relaciones con la Unión Europea y ha revisado la política de defensa. El Gobierno planea elevar el gasto en defensa del 2,3% al 2,6% sobre el PIB para 2027, con aspiraciones de llegar al 3,5% en 2035. Pero el eje central de su agenda, la economía, no ha despegado. Desde las elecciones, el crecimiento ha sido de un modesto 0,8%. La decisión de la canciller de Hacienda, Rachel Reeves, de aumentar las cotizaciones empresariales a la seguridad social en octubre fue duramente criticada, al igual que un proyecto de ley sobre derechos laborales, que ha generado descontento en el sector privado. Otro desafío pendiente es la vivienda. Los laboristas se propusieron construir 1,5 millones de nuevas viviendas en cinco años, pero hasta ahora solo se han levantado algo más de 200.000. Un proyecto de ley de planificación urbana avanza lentamente en el Parlamento y podría impulsar la construcción a largo plazo, pero no resuelve el problema de forma inmediata. En sanidad, el compromiso era mejorar el Servicio Nacional de Salud (NHS) poniendo el énfasis en la prevención, altas hospitalarias más rápidas y adopción de la inteligencia artificial. Pero las listas de espera para especialistas no han disminuido. En cuanto a la delincuencia, Starmer prometió reforzar la policía, lo que se está implementando, pero las estadísticas de criminalidad permanecen prácticamente idénticas a las de hace un año. La política energética también presenta luces y sombras. El secretario de Energía, Ed Miliband, levantó la moratoria sobre turbinas eólicas terrestres, ha aprobado grandes proyectos solares y ha creado GB Energy para posicionar al Reino Unido como superpotencia en energías limpias. El ambicioso objetivo es que el 95% de la electricidad provenga de fuentes bajas en carbono para 2030, frente al 58% actual. La operadora de la red nacional ha advertido que esto no es realista. Mientras tanto, las facturas de la luz siguen siendo elevadas para los consumidores. En resumen, tras un año en el poder, Starmer parece haber desperdiciado gran parte de su impulso inicial. A pesar de su amplia mayoría parlamentaria, su posición es más frágil de lo aparente: obtuvo solo el 32% de los votos, su popularidad está en mínimos históricos, y la derecha, aunque fragmentada, ha ganado terreno significativo. Con cuatro años por delante, el Gobierno laborista debe acelerar reformas para evitar que la percepción de crisis persista. Para tratar este tema y aprovechando que estoy en el Reino Unido hoy nos visita Andrea, con quien hablaré sobre este primer año de Keir Starmer. · Canal de Telegram: https://t.me/lacontracronica · “Contra la Revolución Francesa”… https://amzn.to/4aF0LpZ · “Hispanos. Breve historia de los pueblos de habla hispana”… https://amzn.to/428js1G · “La ContraHistoria de España. Auge, caída y vuelta a empezar de un país en 28 episodios”… https://amzn.to/3kXcZ6i · “Lutero, Calvino y Trento, la Reforma que no fue”… https://amzn.to/3shKOlK · “La ContraHistoria del comunismo”… https://amzn.to/39QP2KE #FernandoDiazVillanueva #keirstarmer #reinounido Escucha el episodio completo en la app de iVoox, o descubre todo el catálogo de ...
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