En la emision anterior vimos que el hombre está formado por cuerpo, alma y espíritu. También vimos que el alma está formada por la mente, las emociones y la voluntad. Ahora hablaremos del Espíritu y sus componentes: la conciencia, la intuición y la comunión con Dios. En este estudio veremos a detalle solamente la conciencia, y dejaremos los otros dos componentes para nuestro siguiente estudio.

Puede encontrar el artículo de esta emisión en el siguiente link:

https://lasagradapalabra.org/la-diferencia-entre-el-alma-y-el-espiritu-2

Que Dios los bendiga.

Sabemos según las Escrituras, que estamos compuestos por cuerpo, alma y espíritu. El cuerpo es fácil identificarlo, pero puede resultar más difícil diferenciar al alma del espíritu. En este estudio veremos la tremenda importancia que tiene para los creyentes, el que nos quede muy clara esta diferencia, porque el no saberlo, tiene serias repercusiones en nuestro crecimiento espiritual y nuestro caminar con el SEÑOR. Confiamos que la información que le presentaremos aquí, le será de gran utilidad para dejar de ser un cristiano carnal y convertirse en un creyente espiritual.

Puede leer el artículo de esta emisión en el siguiente link:

https://lasagradapalabra.org/la-diferencia-entre-el-alma-y-el-espiritu-p1

Que Dios los bendiga

En la emisión anterior vimos que el Arrebatamiento es un evento sobrenatural que va más allá de lo que la doctrina de la Pretribulación nos quiere inculcar. Lo ubicamos al final de la Gran Tribulación, en el Día del SEÑOR. Ahora veremos otra de las enseñanzas de la doctrina de la Pretribulación, la cual nos da su versión acerca de los “santos de las tribulaciones”, pero veremos que esos santos en realidad son los mismos creyentes de la Última Generación, y que incluso podríamos ser nosotros mismos, los actuales creyentes, y que no se trata de los judíos, como lo promueve la Pretribulación, veamos a continuación más detalles al respecto.

Puede encontrar el artículo de esta emisión en el siguiente link:

https://lasagradapalabra.org/quienes-son-los-santos-de-la-tribulacion

Que Dios los bendiga