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サマリー
あらすじ・解説
La unidad del alma y la del pecado
Quizá no haya mejor forma de ilustrar la unidad de su esencia luminosa que contrastándola con la imagen especular oscura, con la unidad del pecado.
Fin de la cita.
(S) La semana pasada nos habíamos detenido sobre las cualidades de una vida entregada a Dios. Comentando el pasaje del libro de Adrienne que describe la unidad de las cualidades de María, dijimos que no se podía destacar una de ellas sin, al mismo tiempo, considerar todas las demás. Esto era debido a la centralidad que Dios tenía en su alma, una centralidad que iluminaba, engendraba todo lo que es bueno, bello y verdadero en un alma.
Hoy el texto nos habla de la unidad de la esencia de la Madre, que es luminosa. A menudo nos ocurre en nuestras vidas: para entender algo, lo contrastamos con otra cosa. […]
La gracia de la confesión
Pues, así como el pecador, cuando en la confesión trata de destacar un pecado individual que quisiera confesar, se da cuenta de que en el fondo cada pecado está unido y relacionado con todos los demás y de que detrás de la falta configurada y comprensible existe en su alma un trasfondo de pecaminosidad amorfa e incomprensible que él nunca será capaz de describir ni agotar; de la misma manera, quien trate de comprender el alma de la Madre por medio de cualidades particulares notará de inmediato cómo todas ellas solo son la representación del fondo infinitamente simple, por infinitamente rico y pleno, de su alma.
Fin de la cita.
(S) El texto se comenta prácticamente por sí mismo, no obstante lo cual vamos a meditar algunos elementos.
Lo que hemos oído nos dice claramente que, en la vida espiritual, todo lo que vivimos o lo que somos, todas nuestras cualidades están unidas entre ellas. No podemos imaginar destacar algo en nuestro ser, aislarlo de todo el conjunto, y pensar que con este procedimiento tengamos una definición del ser. Y esto no vale solamente para nosotros mismos, sino también para los demás. […]