Algo maravilloso de que nuestros hijos crezcan es que se exponen a muchas formas distintas de ser una familia. En la escuela, se mezclan con niños de otras culturas, otros tipos de familias, y aprenden que hay muchas formas diferentes de ser una familia. Esto los hace tolerantes, receptivos y más abiertos, lo cual son cualidades fabulosas para su futuro. Sin embargo, muchas veces nuestros hijos pueden buscar amigos que parecen ser similares a ellos, como hablar el mismo idioma nativo, el mismo color de piel o practicar el mismo deporte. Cuando las características externas se convierten en los rasgos definitorios para iniciar amistades, las características más importantes como la honestidad, la compasión o la justicia pueden ser olvidadas.
Como padres, esto puede significar que, a veces, nuestro hijo haya invitado a un amigo que no encaje con nuestra imagen ideal de con quién queremos que nuestro hijo juegue. Los niños pueden hablar el mismo idioma o practicar el mismo deporte, pero pertenecer a mundos diferentes en términos de paternidad, valores y normas de comportamiento. La situación puede ser aún más compleja si el amigo problemático es hijo o hija de un colega o alguien que vemos frecuentemente en eventos o actividades escolares.
Cada familia es diferente y no existen normas universales sobre cómo educar a un niño. Como familia, es importante aceptar las infinitas variaciones que existen. Dicho esto, para que los niños se muevan fluidamente entre las casas de amigos, participen en fiestas por ejemplo de pijamas, hagan excursiones escolares y con otras familias, es útil que algunos comportamientos básicos se aprendan para asegurar la seguridad y la protección de cada niño.El primero es la honestidad. La honestidad hace que los niños sean responsables de sus acciones. Ya sea decir dónde estarán por la noche, dónde han estado, qué es lo que hicieron, con quién estaban, o lo que sea, ser honesto al compartir información con los padres y adultos previene que los hijos cometan errores graves en sus vidas que los adultos podrían haberles ayudado a evitar.