Las llamaron “las chicas del radio”, pero su verdadero nombre quedó enterrado bajo mentiras, huesos fracturados y sonrisas envenenadas.
Eran jóvenes trabajadoras que aplicaban pintura luminosa en relojes sin saber que la estaban ingiriendo. Día tras día, absorbían el veneno que lentamente las destruía desde dentro.
Este episodio revela la cruda verdad detrás de uno de los mayores crímenes industriales de la historia. Una historia de traición, sufrimiento y coraje.
Porque la justicia si llegó… pero tarde.
Verdades Ocultas presenta: Las chicas del radio, una historia que brilla en la oscuridad...