• el opuesto al miedo

  • 2024/04/12
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  • サマリー

  • The opposite of fear by Zach Ash ¿Cómo se siente el corazón de un hombre después de escalar una montaña? ¿Cómo se ven sus ojos cuando ve otra montaña todavía frente a él? Hoy me llamaste y estabas sin aliento. no podias respirar. Has escalado montañas. Después de un tiempo estarás tan alto en el cielo que la montaña que escalaste solo hoy parecerá una pequeña hormiga negra. La autoestima no es cómo te ves. Ni siquiera se trata de cómo te sientes. La autoestima es esa voz interior. No, esa no. Esa ruidosa. Que grita. La autoestima es la voz tranquila. La que no habla con palabras. porque no es necesario. La autoestima es silenciosa y habla a través de la acción. Pequeños actos cada día. Pequeños esfuerzos. Paso a paso. El intento. Los errores. Los fracasos. Las sonrisas forzadas. Completar una serie de 7 en lugar de 10 en el gimnasio. Completando sólo cuatro. Tres dos… Uno se pierde, pero vuelve a aparecer. Pierdes el aliento pero lo recuperas yendo despacio y concentrándote. Escuchando tu cuerpo. tu corazón. La autoestima es fallar hoy y fallar mejor mañana. La autoestima es la voz interior que habla sin darse nunca por vencida. El animal silencioso de tu cuerpo que te ha protegido, de alguna manera, hasta este mismo momento. Para seguir estando aquí. Para fracasar mejor que nunca. Para estar mejor que nunca. Para respirar más profundamente. Cuando llegaste por primera vez a este país, sin palabras, tus ojos se tragaron la habitación. Tan grandes, brillantes, amplios y perdidos. Y asustados. Los ojos dicen lo que las palabras no pueden. Ese primer día reconocí algo en ti y en tu hermano: una mirada familiar de estar perdido. La misma mirada de miedo que todavía veo a veces en el espejo. La mirada de No pertenecer. Sin lenguaje y sin voz. Ni siquiera puede pedir permiso para ir al baño. Cada día desde ese momento cuando llegaste a este pais sin palabras, te has vuelto más concentrado y responsable y has creado tus propios talentos y has desarrollado tus propias fortalezas. ¿Cuál es la mirada en los ojos de un hombre después de haber escalado una montaña? ¿Qué tan fuerte es su corazón cuando ve otra montana delante de él? ¿Cómo respira cuando el pasado significa mirar hacia abajo y no puedes. mirar. abajo. Nubes. El pasado ya está cubierto de nubes. No verías nada más que una extensión blanca si miraras hacia abajo. Una extensión blanca enloquecedora y opresiva. Una pizarra en blanco. Libertad. Desde ese primer momento cuando llegaste a este pais sin palabras, cada día te has vuelto más centrado y responsable, y has creado tus propios talentos y has construido tus propias fortalezas. ¿Cómo haces eso? Algo dentro de ti te mantiene subiendo montañas diariamente. Quizás es esa voz la que guía tus acciones y te saca de la cama. A la escuela. Trabajar. Al tren. al bus. A otro conjunto de puertas cerradas. Otro par de ojos cerrados. puerta cerrada tras puerta cerrada hasta… una que se abre. La voz callada, que de alguna manera escuchas y que, de alguna manera, te guía a dar el paso que tienes delante sin importar el desafío. La voz callada que te mantiene siempre firme. Siendo tú mismo y comunicando tus necesidades y sentimientos en lugar de luchar contra tus sentimientos. La autoestima es la voz interior que te guía a pedir ayuda. La voz que, de alguna manera, cada vez, incluso en los peores momentos, te ayuda a aprender algo. La autoestima es el deseo que muere cada día un millón de veces pero es el deseo ardiente de sobrevivir lo que estás experimentando para ser mejor. Fracasar mejor. La autoestima no es cómo te ves ni cómo te sientes. La autoestima es como tu ves. Azul. Azul penetrante, indescriptible. Te deja sin aliento. Ayer reconocí esa misma mirada de miedo, la mirada que vi por primera vez hace dos años cuando llegaste a este país sin palabras, solo ojos. Esta vez me llamaste y hablaste una lengua hermosa, elegante e incisiva que me comunicó perfectamente quién eres y cómo afrontas los desafíos. Cómo puedes escalar montañas más empinadas. Tu poder de autoexpresión, otro lenguaje en sí mismo, uno que a las personas les lleva vidas y vidas aprender, es un regalo, de la naturaleza, desde algún lugar en el aire azul silencioso sobre la extensión de nubes blancas. Tan silencioso que casi duele. Silencio penetrante. ¿Cómo suena el corazón de un hombre? ¿Cuál es la mirada en sus ojos? Déjalo fluir, como la voz interior que guía el río exactamente hacia dónde debe ir. Cada vez. Como la voz callada que, de alguna manera, guía a personas como tú y como yo a escalar montañas. ¿cualquiera podría decirte que te rindas, que te quedes quieto o que empieces a bajar para descansar. Cualquiera podría decirte que cambies de dirección. ¿Qué le dice el corazón de un hombre después de haber escalado otra montaña? Cuando tengo miedo, sé 4 cosas. voy a ...
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あらすじ・解説

The opposite of fear by Zach Ash ¿Cómo se siente el corazón de un hombre después de escalar una montaña? ¿Cómo se ven sus ojos cuando ve otra montaña todavía frente a él? Hoy me llamaste y estabas sin aliento. no podias respirar. Has escalado montañas. Después de un tiempo estarás tan alto en el cielo que la montaña que escalaste solo hoy parecerá una pequeña hormiga negra. La autoestima no es cómo te ves. Ni siquiera se trata de cómo te sientes. La autoestima es esa voz interior. No, esa no. Esa ruidosa. Que grita. La autoestima es la voz tranquila. La que no habla con palabras. porque no es necesario. La autoestima es silenciosa y habla a través de la acción. Pequeños actos cada día. Pequeños esfuerzos. Paso a paso. El intento. Los errores. Los fracasos. Las sonrisas forzadas. Completar una serie de 7 en lugar de 10 en el gimnasio. Completando sólo cuatro. Tres dos… Uno se pierde, pero vuelve a aparecer. Pierdes el aliento pero lo recuperas yendo despacio y concentrándote. Escuchando tu cuerpo. tu corazón. La autoestima es fallar hoy y fallar mejor mañana. La autoestima es la voz interior que habla sin darse nunca por vencida. El animal silencioso de tu cuerpo que te ha protegido, de alguna manera, hasta este mismo momento. Para seguir estando aquí. Para fracasar mejor que nunca. Para estar mejor que nunca. Para respirar más profundamente. Cuando llegaste por primera vez a este país, sin palabras, tus ojos se tragaron la habitación. Tan grandes, brillantes, amplios y perdidos. Y asustados. Los ojos dicen lo que las palabras no pueden. Ese primer día reconocí algo en ti y en tu hermano: una mirada familiar de estar perdido. La misma mirada de miedo que todavía veo a veces en el espejo. La mirada de No pertenecer. Sin lenguaje y sin voz. Ni siquiera puede pedir permiso para ir al baño. Cada día desde ese momento cuando llegaste a este pais sin palabras, te has vuelto más concentrado y responsable y has creado tus propios talentos y has desarrollado tus propias fortalezas. ¿Cuál es la mirada en los ojos de un hombre después de haber escalado una montaña? ¿Qué tan fuerte es su corazón cuando ve otra montana delante de él? ¿Cómo respira cuando el pasado significa mirar hacia abajo y no puedes. mirar. abajo. Nubes. El pasado ya está cubierto de nubes. No verías nada más que una extensión blanca si miraras hacia abajo. Una extensión blanca enloquecedora y opresiva. Una pizarra en blanco. Libertad. Desde ese primer momento cuando llegaste a este pais sin palabras, cada día te has vuelto más centrado y responsable, y has creado tus propios talentos y has construido tus propias fortalezas. ¿Cómo haces eso? Algo dentro de ti te mantiene subiendo montañas diariamente. Quizás es esa voz la que guía tus acciones y te saca de la cama. A la escuela. Trabajar. Al tren. al bus. A otro conjunto de puertas cerradas. Otro par de ojos cerrados. puerta cerrada tras puerta cerrada hasta… una que se abre. La voz callada, que de alguna manera escuchas y que, de alguna manera, te guía a dar el paso que tienes delante sin importar el desafío. La voz callada que te mantiene siempre firme. Siendo tú mismo y comunicando tus necesidades y sentimientos en lugar de luchar contra tus sentimientos. La autoestima es la voz interior que te guía a pedir ayuda. La voz que, de alguna manera, cada vez, incluso en los peores momentos, te ayuda a aprender algo. La autoestima es el deseo que muere cada día un millón de veces pero es el deseo ardiente de sobrevivir lo que estás experimentando para ser mejor. Fracasar mejor. La autoestima no es cómo te ves ni cómo te sientes. La autoestima es como tu ves. Azul. Azul penetrante, indescriptible. Te deja sin aliento. Ayer reconocí esa misma mirada de miedo, la mirada que vi por primera vez hace dos años cuando llegaste a este país sin palabras, solo ojos. Esta vez me llamaste y hablaste una lengua hermosa, elegante e incisiva que me comunicó perfectamente quién eres y cómo afrontas los desafíos. Cómo puedes escalar montañas más empinadas. Tu poder de autoexpresión, otro lenguaje en sí mismo, uno que a las personas les lleva vidas y vidas aprender, es un regalo, de la naturaleza, desde algún lugar en el aire azul silencioso sobre la extensión de nubes blancas. Tan silencioso que casi duele. Silencio penetrante. ¿Cómo suena el corazón de un hombre? ¿Cuál es la mirada en sus ojos? Déjalo fluir, como la voz interior que guía el río exactamente hacia dónde debe ir. Cada vez. Como la voz callada que, de alguna manera, guía a personas como tú y como yo a escalar montañas. ¿cualquiera podría decirte que te rindas, que te quedes quieto o que empieces a bajar para descansar. Cualquiera podría decirte que cambies de dirección. ¿Qué le dice el corazón de un hombre después de haber escalado otra montaña? Cuando tengo miedo, sé 4 cosas. voy a ...

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